
El progreso digital es una revolución cuyo ritmo no tiene freno. Las nuevas herramientas tecnológicas sustituyen a sus antecesoras sin parar, un ejemplo de ello son las centrales de fibra que relevan a las de cobre. Por lo que Telefónica ha dado un fuerte impulso a su proyecto de cerrar este 2022 todas las centrales de cobre.
Sí, este año la Red digital de servicios integrados (RDSI) y las líneas analógicas desaparecerán por completo. Aunque esto ya lo hemos ido viendo desde noviembre de 2015, fecha en la que Telefónica inició este proyecto con el objetivo de avanzar en la digitalización y en el compromiso medioambiental.
¿Qué significa esto? Que desde las más de 8.500 centrales de cobre de las que se partía, la red quedará, en unas 3.000 centrales solo de fibra.
Este cambio hacia la fibra óptica, además, trae consigo ventajas como:
- Un gran aumento de la velocidad.
- La mejora en la estabilidad.
- Una gran reducción en la latencia.
- Y… una central de fibra da servicio al mismo número de accesos que se atiende desde cuatro centrales de cobre.
Del cobre a la fibra, el camino de la conectividad
Hasta hace muy pocos años, las cosas en lo que se refiere al mundo de las telecomunicaciones eran bastante diferentes a los avances que tenemos actualmente.
Si eres de la “generación millenials o generación Y” seguramente recuerdes el sonido característico de los primeros servicios en internet y vivieses experiencias que hoy son impensables como, por ejemplo, que, una vez realizada la conexión, la línea de telefonía se ocupaba y era imposible llamar o viceversa.
Y es que los primeros servicios de intercambio de datos disponibles se basaban en líneas telefónicas fijas utilizando cables de par trenzados de operadores de línea fija, es decir, las llamas redes de cobre.
Si, estas nacieron para transportar llamadas por voz y, con el paso de las décadas se reconvirtieron para dar soporte a la señal de ADSL y, por tanto, a las primeras conexiones de internet.
Sin embargo, la creciente penetración de Internet y el uso generalizado de las redes sociales y las nuevas aplicaciones tecnológicas exigieron más velocidad de conexión de datos y, los cables de cobre se hicieron insuficientes para soportar los nuevos equipos. Y, aunque se hizo un gran esfuerzo por mantenerlos, este ha sido insuficiente e irregular ya que la distancia a la central siempre condicionaba la velocidad que podía alcanzarse.
Por ello, en noviembre de 2015 Telefónica inició el proceso de cierre de centrales de cobre que concluirá en 2025, cuando se complete también el apagado de la tecnología 3G. Hasta ahora, se han clausurado 1.000 de ellas, a medida que avanza la fibra FTTP.
El avance FTTP
Como hemos comentado al principio, la implantación de fibra óptica representa un gran aumento de velocidad, la mejora en la estabilidad y el ancho de banda, además de una significativa reducción en la latencia.
Por lo que cuando finalice todo este proceso tendremos una fibra óptica más rápida y que permite más dispositivos conectados sin perder calidad de la señal de internet.
Otro de los aspectos que no podemos olvidar es que el cierre del cobre supone un ahorro energético de más de 1000 GWh, lo que equivale a 355.000 toneladas de CO2 o plantar seis millones de árboles.
El avance hacia la fibra óptica se traduce en ahorro de costes, sinergias, racionalización energética y un mayor espacio físico en las centrales ya que, una central de fibra da servicio al mismo número de accesos que se atiende desde cuatro centrales de cobre y la tecnología de acceso fibra ocupa solo el 15% del espacio del acceso de cobre.
En Delfos Sistemas Informáticos nos sumamos al avance en digitalización disponiendo de diferentes soluciones y packs de comunicaciones unificadas al alcance de cualquier organización con los que hacer frente al cierre de la centrales de cobre. Si necesitas más información, llámanos al 967 50 50 24.